Cocinas:
Limpieza de encimeras y superficies.
Limpieza de lavabos y grifos.
Limpiar las superficies exteriores de electrodomésticos como el refrigerador, el microondas y la estufa.
Barrer y trapear pisos.
Vaciar contenedores de basura.
Baños:
Limpieza y desinfección de lavabos, inodoros y grifos.
Limpieza de espejos y superficies de vidrio.
Limpieza y desinfección de encimeras.
Barrer y trapear pisos.
Reemplazo de toallas y reposición de papel higiénico si es necesario.
Áreas de estar y dormitorios:
Quitar el polvo de muebles, estantes y otras superficies.
Aspirado de alfombras y tapetes.
Barrer y fregar suelos duros.
Hacer camas y ordenar la ropa de cama.
Quitar el polvo y limpiar artefactos de iluminación y ventiladores de techo.
Áreas generales:
Quitar el polvo y limpiar los zócalos.
Limpieza de manijas de puertas e interruptores de luz.
Aspirar tapicerías y debajo de los cojines.
Vaciar los contenedores de basura de toda la casa u oficina.
Beneficios de la limpieza regular
Consistencia: Mantiene un ambiente constantemente limpio, reduciendo la necesidad de sesiones de limpieza más intensivas.
Ahorro de tiempo: le ahorra tiempo y esfuerzo al mantener su espacio limpio sin la necesidad de realizar extensas sesiones de limpieza.
Salud e higiene: ayuda a reducir la acumulación de polvo, alérgenos y bacterias, lo que contribuye a un entorno de vida o de trabajo más saludable.
Estética: Garantiza que su hogar u oficina siempre luzca presentable y acogedor.
Frecuencia de limpieza regular
Semanal: común en hogares u oficinas con mucho tráfico peatonal moderado para garantizar una limpieza constante.
Quincenal: adecuado para hogares u oficinas con menos tráfico peatonal pero que aún así necesitan un mantenimiento regular.
Mensual: Para espacios que se mantienen relativamente limpios y solo requieren retoques ocasionales.
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